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domingo, 1 de septiembre de 2024

Curiosidades sobre la ENERGÍA INFINITA y las MÁQUINAS DE MOVIMIENTO PERPETUO











Últimamente se ha hablado mucho sobre la energía infinita y las máquinas de movimiento perpetuo, ¿pero será ésto realmente posible? En este vídeo te diré los mitos y verdades sobre éstos conceptos.




La energía se puede medir en joule, caloría y kilowatt-hora. Y tiene la capacidad de hacer un trabajo. Ésta energía se puede presentar de varias formas, como por ejemplo: mecánica, nuclear, electromagnética y calorías. La energía no puede ser creada ni destruída, sólo puede cambiar su forma.

Hay máquinas de movimiento perpetuo de dos tipos: el primer tipo consiste en producir más energía de la que consumen y el segundo desarrollaría el trabajo intercambiando calor con apenas una única fuente térmica. El problema de estas vías de investigación es que infringen la primera y segunda ley de la termodinámica.

Muchas de estas máquinas utilizan la asimetría en conjunto de la gravedad para hacer con que el movimiento se repita una y otra vez. Pero para poner estas máquinas en marcha hace falta un estímulo inicial que con la ayuda de la asimetría y de la gravedad logra mantener su movimiento durante un determinado período de tiempo, pero que pierde su energía gradualmente.

Aunque esta idea se está haciendo muy popular últimamente, sus inicios datan del siglo XII con la rueda de Bhaskara. Esta rueda cuenta con el desplazamiento de fluidos por parte de la gravedad para mantener el movimiento de la rueda.

A lo largo de la historia se han inventado diversas máquinas que siguen en movimiento funcional con el intento de lograr una máquina de movimiento perpetuo. Aunque estas máquinas siguieran ejecutando sus tareas durante un determinado período de tiempo, luego dejaban de funcionar. ¿Y cuál es el archienemigo de la energía infinita? La fricción.

El movimiento pierde energía consecutivamente hasta que no reste energía suficiente para completar la tarea.

Ejemplos de máquinas perpetuas


Robert Boyle construyó un vaso autorellenable, uno de los experimentos más intrigantes sobre el tema, una vez la máquina funciona con algunos líquidos. El problema de este invento es que sólo funciona con líquidos que contengan gases y deja de funcionar cuando éstos se disipan. El pajarito que bebe agua depende de la evaporación del agua para seguir con su ciclo y una vez se acabe el agua del vaso, deja de funcionar.

Incluso las máquinas que cuentan con energía solar o una fuente de energía radioactiva no podrían considerarse máquinas perpetuas, una vez esa energía también se consume.

Surge una posible solución: disminuir el atrito al máximo con el uso del magnetismo que a su vez también proporcionaría un estímulo constante de atracción electromagnética. Este estímulo sería generado por el principio de atraer y repelir de los imanes. Un imán más potente induce la repulsión del imán menos potente que se encargaría de mover la rueda.

¿Y cómo mantener el imán girando? Un rotor aseguraría que el imán se mantenga en la trayectoria. Aún así serían necesarios varios imanes fijos para que el imán libre pudiera completar una vuelta.

La teoría parece funcionar, pero en realidad no. Ésto pasa porque, para que el imán libre siga su trayectoria para completar la vuelta, hace falta una fuerza de atracción igual o superior a la fuerza de repulsión inducida por el imán fijo anterior.

Hasta el momento es imposible crear una máquina de movimiento perpetuo, porque aunque se pudiera generar energía infinita con magnetismo para reducir la fricción, en la conversión de la energía para realizar la tarea, ésta se dispersaría en otros tipos de energía. Incluso con el movimiento de los átomos se pierde energía. De todos modos, los conceptos de máquina perpetua y energía infinita violan los principios de la conservación de energía y van en contra de las leyes de la naturaleza.




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