Muchos al hablar de accidentes aéreos lo primero que se nos viene a la cabeza es que son mortales y que la posibilidad de sobrevivir es casi nula. ¿Pero sabías que entre 1983 y 2000 en Estados Unidos sobrevivieron el 95,73% de los tripulantes?
Hola y bienvenidos a este nuevo post sobre historias increíbles de accidentes aéreos. En este artículo te voy a contar algunos casos de personas que han logrado sobrevivir a estos accidentes. Así que prepárate para descubrir algunos datos interesantes sobre estas historias y sorprender a tus amigos.
Bahya Bakari fue la única superviviente del accidente. La adolescente de tan sólo 12 años logró ser la única superviviente de un accidente en el que murieron 152 personas. El avión comercial en el que viajaban madre e hija era muy viejo y terminó cayendo en el mar. Lo más increíble de esta historia es que la niña no sabía nadar, no llevaba chaleco salvavidas y se encontraba sóla en una zona en la que hay tiburones.
Para mantenerse en la superficie Bahya se aferra a una parte del fuselaje del avión que tiene cerca. En el caos del accidente se rompió la cadera y la clavícula y se hirió el ojo. La joven llegó a dormir agarrada en el fuselaje y al despertarse se percató de que la costa se encontraba cada vez más lejos. Y eso es porque las corrientes de esta zona se mueven hacia el sentido contrario de la costa, aproximadamente unos 80 kilómetros por día.
13 horas más tarde la joven fue rescatada por un pescador que le arrojó un salvavidas. Sin embargo, Bahya ya no respondía debido a las heridas y al nível de cansancio, así que el pescador nadó hacía dónde ella estaba y la rescató.
Vesna Voluc (asistente de vuelo) volaba Checoslovaquia cuando su avión fue atingido por un ataque en 1972. Sobrevivió a una caída de 10.000 kilómetros de altura dentro del fuselaje del avión. Esta hazaña le permitió entrar al Guinness cómo la caída más alta sin paracaídas.
Debido a la caída se rompió ambas piernas y también tuvo una pérdida de memoria. Actualmente dijo que está pérdida de memoria le ayudó a no desarrollar traumas del accidente, aún le encanta viajar y que no tiene miedo a volar de avión.
Juliane Koepcke a los 17 años fue la única sobreviviente de la caída del avión en el que murieron 92 personas. Este explosionó tras ser atingido por un rayo. Juliane cayó 3.000 metros atada a su asiento. Se piensa que los fuertes vientos amortiguaron la caída, evitando que el asiento cayera en caída libre. La adolescente vagó por la selva 12 días sólo con una bolsa de caramelos buscando ayuda. Por suerte su padre Wilhelm Koepcke que tenía doctorado en biología la enseñó a moverse por los bosques. Juliane afirmó que durante esos días aunque tuviera muchas heridas no era capaz de sentirlas.
George Lamson (17 años) sobrevivió al accidente que mató a 70 personas en enero de 1985. También estaba atado a su asiento cuando el avión cayó y explotó. Dos pasajeros más lograron sobrevivir al accidente, pero murieron en los siguientes días.
Martin Farkas fue el único superviviente en 2006 de un accidente en Hungría. Él se salvó estando en el baño. Poco después del accidente llamó a su mujer para que llamar a la emergencia.
Uno de los casos más impresionantes es el de Cecelia Cichan que tenía en aquel entonces tan sólo 4 años de edad. El accidente ocurrió al oeste de Detroit en agosto de 1987. De los 155 pasajeros sólo Cecelia logró sobrevivir. Fue encontrada en su asiento a varios metros de los destrozos. Ella cree que su madre (Paula Cichan) la protegió durante el accidente.
Tras analizar diversos casos de accidentes con supervivientes, los expertos empezaron a analizar patrones para constatar cuáles serían las mejores prácticas que podrían aumentar las chances de supervivencia de un tripulante.
Muchos de estos casos son adolescentes y se piensa que la altura les puede haber ayudado. Un adulto que tiene más altura y por lo tanto más chances de ser golpeado por los destrozos y romperse algo. Se recomienda abrazarse las piernas o recostarse en el asiento de enfrente. Esta posición de emergencia disminuye las chances de ser golpeado por los destrozos y también evita que los impactos lancen tu cuerpo de un lado a otro.
Tras una análisis de los accidentes aéreos en el período de 1983 a 2000 observaron que hubo un total de 568 accidentes de aeronaves y de los 53.487 tripulantes, 51.207 sobrevivieron.
En un escenario caótico como lo es un accidente de avión a más de 10.000 kilómetros de altura el mantener la calma, atentarse a las medidas de seguridad, conocer las salidas de emergencia y la suerte son los factores que más pesan a la hora de sobrevivir a un accidente aéreo.
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